Historia del Santísimo Cristo de la Clemencia
En el Cabildo de Gobierno celebrado el día 24 de enero de 1939, los hijos y herederos del que fuera Hermano Mayor de la Hermandad don Francisco Belmonte González-Abreu, donaban a la misma, cumpliendo un postrer deseo de su padre una imagen tallada en madera, de Jesús Crucificado, para que fuera destinada al culto público. La Junta de Gobierno de aquel entonces, decidió poner a la imagen bajo la advocación de la Clemencia, por ser ésta la que antiguamente había tenido el hospital.
La talla del Santísimo Cristo de la Clemencia es obra del escultor valenciano afincado en Córdoba Amadeo Ruiz Olmos, y data de 1938. Es de estatura normal, representa a Jesús muerto en la cruz, con la cabeza inclinada y descansando sobre el hombro derecho. El pelo largo y enrizado le cae sobre la espalda y el pecho. Tiene los ojos cerrados y la boca entreabierta tras el último aliento. La cara del Santísimo Cristo de la Clemencia nos transmite una sensación de paz infinita, no se detecta en ella a excepción de algunas gotas de sangre en la frente y el amoratamiento de los pómulos, rastro alguno del tormento al que el hijo de dios fue sometido. Sus músculos faciales nos muestran una relajación total y profunda, más que muerto parece estar dormido. Procesiona por primera vez en la estación de penitencia de la hermandad del año 1949. Fue restaurado en el año 1984, por el imaginero cordobés Miguel Arjona Navarro.